"Más del 60% de la población en España usa Internet para consultar información sobre salud y aproximadamente 1/3 de los pacientes busca información sobre salud antes de ir a consulta." -Europa Press
No obstante, si tu consulta en Internet se debe a que tienes miedo a padecer X enfermedad o tienes pleno convencimiento de padecer X enfermedad de gravedad; si comparas partes de tu cuerpo frente al espejo; si acudes al médico y el diagnóstico negativo de este te supone un alivio solo por un instante, estamos frente a una posible hipocondría o ansiedad por la salud.
¿Qué es la hipocondría?
La hipocondría es la férrea creencia de padecer alguna enfermedad seria y potencialmente letal o el miedo a padecer o contraer alguna enfermedad grave. Se trata de un trastorno de ansiedad -también llamado fobia a la enfermedad o ansiedad por la salud- que conlleva un gran sufrimiento ya que la persona con hipocondría considera constantemente que tiene síntomas de alguna enfermedad grave y, por mucho que va al médico, no se queda tranquila.
La constante preocupación por su salud lleva a la persona con hipocondría a explorar detenidamente su cuerpo en busca de señales de alarma y experimentar cualquier cambio en su estado físico como un posible drama al ser éste un disparador de la temida enfermedad. Además, con la permeabilización y universalización del acceso a Internet, cualquier síntoma puede ser escrito en el buscador de Google (y Google puede asustarte con cualquiera de sus respuestas). Esta búsqueda de información en un intento de disipar la ansiedad, paradójicamente, causa una mayor confusión y aumenta más la ansiedad.
... siempre habrá un artículo en Google que relacionará tu malestar físico con una enfermedad mortal, es cuestión de buscarlo... Eso sí, que exista no significa que tú vayas a tener esa enfermedad mortal.
Esto hace que la persona con hipocondría, tras “comprobar” que lo que le pasa reviste peligro, pida cita urgente con su médico de cabecera/especialistas para que le hagan exploraciones complementarias y pruebas. Lamentablemente, hacerse estas pruebas no deshecha la posibilidad de que “esa enfermedad pueda estar latente pero no se haya manifestado como para que sea detectable”, tranquilizando así por poco tiempo a la persona hipocondríaca.
“Vale, era una falsa alarma pero ¿y si la próxima vez no lo es?”
A diferencia del síndrome de Münchhaussen por el cual la persona relata unos síntomas e, incluso, se genera tales síntomas para tener atención médica, en la hipocondría o ansiedad por la salud no hay invención de síntomas. Lo que ocurre es que las conclusiones acerca de los síntomas son erróneas (le duele la cabeza pero piensa que es un ictus).
Esta interpretación catastrófica de una sintomatología real causa un estado de preocupación e hipervigilancia agotador física y mentalmente al que cabría añadir los pensamientos de impotencia y percepción de soledad porque la gente alrededor deje de tomar en serio a la persona hipocondríaca.
No es nada fácil tener hipocondría; pensar que vas a fallecer por unos síntomas que ves claros y que no quieren analizar los médicos o rechaza tu familia.
¿Cómo se supera la hipocondría?
Lo que una persona con ansiedad por su salud venía haciendo es forzar la bajada de su ansiedad por medio de reconfirmaciones de que NO tiene aquello que sentía o temía (y era desagradable). Mediante el diálogo terapéutico y una serie de estrategias cognitivas y conductuales, el psicólogo o la psicóloga enseñará a la persona hipocondríaca que sus conductas de acudir asiduamente a consultas médicas y observarse con precisión resultan en pequeñas bajadas de la ansiedad que sostienen el problema -en lugar de hacerlo desaparecer.
Para saber cómo funciona la ansiedad y cómo el hecho de cortar la misma de manera abrupta nos encierra en un ciclo peligroso de conductas que mantendrán el problema escribí este artículo sobre cómo se mantiene la ansiedad.
A partir de aquí, el trabajo en psicología que se realiza con la persona hipocondríaca es el de promover que haga frente a las reacciones fisiológicas corporales y ponga en duda sus pensamientos o atribuciones que de estas reacciones venía haciendo.
¿Cuál es el mejor tratamiento para la hipocondría?
Al hablar de superar la hipocondría ya hemos mencionado que la intervención de un psicólogo es necesaria. Sin embargo, de entre todas las orientaciones psicológicas habidas, aquella más eficaz según la evidencia científica es la terapia cognitivo-conductual.
La ansiedad por la salud o hipocondría tiene cura, es cuestión de dar con la terapia y el profesional adecuado.
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