top of page

 
BLOG

artículos de lectura rápida sobre distintas temáticas de psicología

  • Facebook terapia psicologica privada
  • Instagram terapia psicologica privada
  • Twitter terapia psicologica privada
  • GUSTAVO TORRES FERNÁNDEZ
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 16 ago 2023


Los trastornos de ansiedad causan una preocupación o miedo con un impacto elevado en la calidad de vida de la persona. A diferencia de la ansiedad, la cual es normal sentir en ocasiones pero no afecta significativamente a la realización de cualquier conducta, con un trastorno de ansiedad se puede interrumpir o incluso evitar la ejecución de estas.


¿Qué tipos de trastornos de ansiedad hay?


Existen diferentes tipos de trastornos de ansiedad, cada uno de ellos con sus propias características y sintomatología que los hacen únicos pese a pertenecer al saco de “trastorno de ansiedad”.


Se trata de una reacción ansiógena por un miedo intenso e irracional a un estímulo (personas, animales u objetos) aparentemente, neutro. Es decir, ese estímulo no es peligroso ni causa esta reacción al resto de seres humanos.

Lo que suele ocurrir es que la persona, al encontrarse con el estímulo fóbico, experimente inmediatamente sensaciones físicas tales como sudoración, alteración del ritmo cardíaco, respiración agitada o agitación. Como consecuencia, a fin de evitar este malestar, la gente con fobias específicas tiende a realizar conductas de evitación.


Se trata de un miedo intenso a encontrarse en situaciones sociales por el cual se piensa que el entorno está evaluando cada movimiento que realizas. Las sensaciones físicas ante los pensamientos irracionales de estar siendo juzgados son sudoración, alteración del ritmo cardíaco, respiración agitada o agitación. Como consecuencia, a fin de evitar este malestar, la gente con fobias social tiende a evitar toda conducta social.


Se trata de ataques de pánico cuya frecuencia e intensidad son elevadas. Son episodios repentinos de un miedo intenso que provoca reacciones físicas exageradas cuando no existe ningún peligro real o causa aparente.


Se trata de un miedo intenso e irracional a encontrarse en una situación donde no se pueda escapar. Este miedo parte de la idea de que experimentarán un ataque de pánico u ocurrirá algún evento y no podrán hacer nada al respecto. La ansiedad anticipatoria al pensar que podrá pasarle algo en algún lugar provocará un miedo de intensidad tan elevada que la persona decidirá permanecer en el lugar en el que se encuentra.


El trastorno de ansiedad generalizada:

Se trata de una preocupación persistente, excesiva e intrusiva sobre diferentes áreas de su vida (trabajo, familia, economía, salud, etcétera). Esta preocupación da lugar a grandes dificultades para concentrarse en las actividades cuotidianas así como para poder relajarse.


El trastorno obsesivo-compulsivo:

Se trata de la experimentación de pensamientos intrusivos -llamados obsesiones- seguidos de conductas que pretenden aliviar la ansiedad que tales pensamientos han generado. La hipocondría podría enmarcarse en este tipo de trastorno.


Se trata de la reexperimentación que algunas personas tienen por medio de pensamientos intrusivos, flashbacks o sueños de eventos relativos a un trauma vivido.



¿Cuál es el mejor tratamiento para los trastornos de ansiedad?


La terapia psicológica Cognitivo-Conductual ha demostrado científicamente ser la terapia más eficaz para el tratamiento de trastornos de ansiedad y, en algunos casos, la farmacoterapia puede servir de apoyo al tratamiento psicológico.



¿Quieres tratar tu ansiedad desde un modelo terapéutico que funciona?




www.terapiapsicologicaprivada.com


Actualizado: 22 ago 2023

La importancia del léxico y cómo empleamos el vocabulario que tenemos es mucho mayor de lo que imaginamos. Es muy común escuchar a las personas decir "tengo ansiedad" o "tengo depresión" para referirse al estado de ánimo que presentan en el momento que hablan.


El origen acerca del porqué se ha abusado de estos términos para describirse alguien a sí mismo/a es incierto pero parece derivar del intento de utilizar la terminología propia de colectivos sanitarios, especialmente aquellos relacionados con la salud mental.

diálogo conversación

El problema, no obstante, está en que decir "tengo ansiedad" o "tengo depresión" hace que se obvien cuestiones importantes y que no suelen saberse gestionar: la experiencia de sentir tus emociones y la consciencia de la amalgama de emociones que se ocultaban frente a ti.


La expresión de emociones o estados en términos de posesión nos cierra la puerta a la curiosidad acerca de qué estamos sintiendo y cómo ha aparecido esa emoción en nuestro cuerpo. "Tengo depresión" puede ser útil si el objetivo es comprar medicamentos antidepresivos pero es limitante si no se explora a qué se refiere la persona con esa frase.


Imaginemos que te ha dejado tu pareja o ha fallecido algún ser querido cercano. Las sensaciones y emociones serían de enorme tristeza o de duelo ante tal pérdida. Aquí sería acertado decir "me siento muy triste", "me siento abatido/a" o "siento una enorme confusión y dolor por la pérdida" y proporciona muchísima más información que la etiqueta autodiagnóstica de "tengo depresión".

depresión tristeza corazón roto

Del mismo modo, "tengo ansiedad" es una frase recurrente en las personas que experimentan sintomatología ansiosa. Si tienes que realizar un acto frente a un público expectante y experimentado, las sensaciones de nerviosismo y la cascada de pensamientos acerca de cómo será tu próxima ejecución es normal.


En este caso, "tengo ansiedad" parece que tiene por objeto satisfacer una profecía autocumplida (imaginada) de que no se podrá realizar X actividad porque "eso" aparecerá y frustrará todo intento de que me salga bien la actividad X. Sin embargo, tener consciencia de tales sensaciones y nombrarlas proporciona muchísima más información y fomenta un cambio mayor (si se trabaja en psicoterapia) que recurrir a la muletilla de "tengo ansiedad".



cansancio soledad ansiedad

Entonces, ¿cómo trabajar en esto que te pasa?


En terapia trataremos de nombrar aquello que te sucede y profundizar más allá de las etiquetas de "ansiedad" o "depresión" que puedas tener encima. Al nombrar las sensaciones, pensamientos y emociones que estás experimentando, formarás automáticamente una relación distinta contigo y tu entorno. Aquello que nombras, existe (y, por ende, aquello que no nombras, no existe).


Así, desde el conocimiento adquirido acerca de estas experiencias que te permitirás sentir y con el trabajo que podamos realizar en sesión y fuera de ella, adquirirás un nuevo control de tu realidad y recuperarás el bienestar perdido.


¿Quieres iniciar la terapia psicológica conmigo?



www.terapiapsicologicaprivada.com



  • GUSTAVO TORRES FERNÁNDEZ
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 22 ago 2023

¿Qué es una fobia?


Normalmente se etiqueta la fobia como un miedo -e incluso se prostituye el término llegando a oírse decir a la gente que le tiene fobia a X, en lugar de decir que le desagrada o da asco. Sin embargo, una fobia es mucho más que un miedo cualquiera; se trata de un trastorno de la salud caracterizado por un miedo intenso y desproporcionado ante estímulos (personas, animales u objetos) específicos.


Además, este miedo desproporcionado que puede tener una persona no es compartido por la población general. Es decir, aquellos estímulos (personas, animales u objetos) que disparan la reacción ansiógena son, aparentemente, neutros- véase, no causan esta reacción al resto de seres humanos.



fobia miedo evitar escapar


¿Qué tipo de fobias hay?


Esta diversidad de fobias da lugar a fobias que no afectarán al día a día por ser raras (fobia al nº 666) o no encontrarse el estímulo con frecuencia (fobia a serpientes o caimanes viviendo en España) y a fobias que pueden entorpecer la vida cotidiana por la frecuencia con la que poder coincidir con el estímulo (fobia a las alturas o fobia a la gente).


Si estamos ante fobias raras cuya frecuencia en el lugar donde vivimos es nula, quizás podamos plantearnos realizar terapia para afrontar el miedo intenso a ese estímulo. No obstante, dado que las posibilidades de toparnos con X elemento que nos causa pavor son nulas, también podría ser coherente no buscar ayuda psicológica.


fobia miedo jeringuilla agujas

Mención aparte sería la de aquellas fobias cuya presencialidad es incuestionable. Tener fobia a perros, palomas, personas o a las alturas puede ser un auténtico tormento si vives en la ciudad. También es una tortura tener fobia a encontrarse en lugares donde haya multitudes y/o a conducir porque te limita tu movilidad.


En estos últimos casos sí sería conveniente iniciar un proceso de psicoterapia para explorar y resolver la fobia correspondiente ya que la frecuencia con la que encontrarse con aquello que entorpece tu vida es muy alta.


¿Cuál es el mejor tratamiento para fobias?


El tratamiento con mayor validez para fobias específicas es la psicoterapia, concretamente las técnicas de exposición con prevención de respuesta propias de la terapia cognitivo-conductual.


La mejor forma de efectuar el cambio en tus pensamientos y sentimientos es por medio del aprendizaje teórico del funcionamiento de la ansiedad (la curva de la ansiedad) y la exposición controlada, paulatina y repetida al estímulo fóbico una vez comprendida cómo funciona nuestra ansiedad y la conducta de evitación/evasión que cristalizó.



¿Quieres iniciar tu tratamiento y solucionar tus problemas?





¿Has leído algún post y te gustaría saber más?
Cumplimenta este formulario y pregúntame:

¡Se ha enviado correctamente!

 

Posts según su categoría

¿Dudas sobre la terapia psicológica?

Preguntas frecuentes sobre la terapia

Conoce las modalidades de psicoterapia

Terapia psicológica en Valencia
 

Terapia psicológica a domicilio
 

Terapia psicológica online

bottom of page